La fiesta de la insignificancia, de Milan Kundera
Hace varios días quería resumir uno de los últimos libros que completé durante el 2019 casi en paralelo a El sueño del Celta de Vargas Llosa.
La fiesta de la insignificancia es el último libro lanzado por Kundera, ya en una edad muy avanzada, aunque con una brillantez de hombre cabal que no ha sufrido los desvaríos de la senectud.
En esta novela coincido con el resumen de los editores en que Kundera busca la estética que siempre quiso en sus libros. Le importa menos que nunca ser un autor de superventas y sí alguien que busca algo muy personal, un resumen de los grandes temas que marcaron su obra como las relaciones humanas y el sentido del humor, además de la insignificancia que es el tema principal del libro, la insignificancia de la vida y de lo transcurre durante esta.
En sus inicios comenta sobre el ombligo, algo que me hace recordar a su novela, La vida está en otra parte que estoy leyendo y resumiré más adelante, donde se describe la maternidad de la madre del poeta, aunque en La fiesta de la insignificancia existe un sentido más sexualizado y no tan maternal. El personaje principal se encuentra con un amigo luego de ir al médico y como la otra persona habla de las dificultades del hombre, luego de saber que no tiene cáncer le dice todo lo contrario a su amigo para mostrar que él también sufre las grandes dificultades del hombre. Luego de ello se planea una reunión con una cena en su honor donde incluso aparecen los amigos que en realidad no lo quieren tanto, se ven escenas clásicas del autor como el personaje que quiere conquistar a la mujer del grupo que ha perdido a su marido, cosas absurdas como el juego donde uno de sus grandes amigos en complicidad con otros empieza a hablar en un pakistaní inventado y hacen creer a las damas y algunas personas que no habla nada de francés.
La obra termina con uno de sus personajes que disfruta ser una especie de cazador y dispara contra la estatua de una reina de Francia, generando al inicio desconcierto y luego, un ambiente distendido entre la gente que entiende que no es un verdadero terrorista o asesino, sino un bromista.
Editorial: Tusquets Editores - Colección Andanzas
La fiesta de la insignificancia es el último libro lanzado por Kundera, ya en una edad muy avanzada, aunque con una brillantez de hombre cabal que no ha sufrido los desvaríos de la senectud.
En esta novela coincido con el resumen de los editores en que Kundera busca la estética que siempre quiso en sus libros. Le importa menos que nunca ser un autor de superventas y sí alguien que busca algo muy personal, un resumen de los grandes temas que marcaron su obra como las relaciones humanas y el sentido del humor, además de la insignificancia que es el tema principal del libro, la insignificancia de la vida y de lo transcurre durante esta.
En sus inicios comenta sobre el ombligo, algo que me hace recordar a su novela, La vida está en otra parte que estoy leyendo y resumiré más adelante, donde se describe la maternidad de la madre del poeta, aunque en La fiesta de la insignificancia existe un sentido más sexualizado y no tan maternal. El personaje principal se encuentra con un amigo luego de ir al médico y como la otra persona habla de las dificultades del hombre, luego de saber que no tiene cáncer le dice todo lo contrario a su amigo para mostrar que él también sufre las grandes dificultades del hombre. Luego de ello se planea una reunión con una cena en su honor donde incluso aparecen los amigos que en realidad no lo quieren tanto, se ven escenas clásicas del autor como el personaje que quiere conquistar a la mujer del grupo que ha perdido a su marido, cosas absurdas como el juego donde uno de sus grandes amigos en complicidad con otros empieza a hablar en un pakistaní inventado y hacen creer a las damas y algunas personas que no habla nada de francés.
La obra termina con uno de sus personajes que disfruta ser una especie de cazador y dispara contra la estatua de una reina de Francia, generando al inicio desconcierto y luego, un ambiente distendido entre la gente que entiende que no es un verdadero terrorista o asesino, sino un bromista.
Editorial: Tusquets Editores - Colección Andanzas
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